La investigación del macabro asesinato de un antiguo compañero de clase obliga al detective Fin Macleod a regresar al lugar donde nació y al que esperaba no tener que volver nunca: la isla de Lewis, al oeste de Escocia. Los agrestes paisajes de la isla y el opresivo ambiente de la comunidad dibujan el escenario de un caso marcado por la envidia, los amores frustrados, las tradiciones más cruentas y los recuerdos olvidados. Pasado y presente se entrelazan en una intriga soberbia firmada por Peter May, un autor que se revela como un maestro de la de novela negra. «Naturaleza descarnada, fuertes vientos, cielos y paisajes esplendorosos, dolores conocidos y dramas escondidos... Una novela de suspense de atmósfera absorbente.» Culturofil