Finlandia, 1939. El pueblo se levanta contra el invasor ruso y, entre sus soldados, nace una leyenda
Imagina un país diminuto.
Imagina otro gigantesco.
Ahora imagina que se enfrentan.
El 30 de noviembre de 1939, Finlandia —una nación pequeña con escasa población y apenas unas décadas de vida— recibe la declaración de guerra de un enemigo descomunal, la Rusia de Stalin.
Empieza la conocida «guerra de Invierno», que Rusia cree que ganará en apenas unas semanas de combates. Pero las tropas soviéticas se encuentran con un adversario mucho más sólido de lo que esperaban, y la contienda se convierte en un auténtico infierno helado que se prolonga a lo largo de los siguientes meses.
Mientras el mundo contiene la respiración sin atreverse a implicarse, un pueblo se levanta, impulsado por un espíritu capaz de desafiar toda lógica.
Y entre la multitud enfervorecida emerge una figura destinada a cambiar el curso de la guerra: Simo Häyhä, el francotirador más letal de Finlandia, temido y venerado a partes iguales. Un héroe. El David capaz de desafiar a Goliat. A uno y otro lado de las trincheras su apodo circula en voz baja: la Muerte Blanca.
Olivier Norek firma una novela poderosa y profundamente conmovedora, donde el drama humano, la épica bélica y la construcción de una leyenda se entrelazan con el hielo más hostil y la incandescencia de la voluntad humana.
Los guerreros del invierno no es sólo un relato de guerra. Es la historia de lo que ocurre cuando el espíritu de todo un pueblo decide no rendirse.