En este primer libro de una serie de cómics que mezclan
la ficción y no ficción de una manera muy divertida,
conocemos a Oliver, un chico de 11 años, bastante distraído
pero con una idea fija: ser astrofísico, no sabe muy
bien por qué o qué significa, pero está obsesionado con
la ciencia.
Oliver no está solo en esta aventura, su maestro, el Dr.
Howard, que es algo regañón y severo, le enseñará todo lo
que debe saber sobre el Universo, desde la teoría del Big
Bang hasta las supernovas y más allá…
Esto cada vez se pone más difícil, además de aprender
conceptos complejos, Oliver tiene que lidiar con altibajos
en su familia y con la complicada vida escolar…