«Depestre es un auténtico poeta o, por decirlo al estilo antillano, un auténtico maestro de lo maravilloso: ha logrado inscribir en el mapa existencial del hombre lo que hasta entonces no figuraba en él: los límites casi inaccesibles del erotismo feliz e ingenuo, los límites casi imposibles de una sexualidad tan desenfrenada como paradisíaca... Con asombro y ternura, imagino hoy a este poeta negro, con la cabeza llena de locas fantasías eróticas, atravesando el desierto comunista donde reinaba entonces un puritanismo inverosímil y donde la más mínima libertad erótica se pagaba terriblemente cara». Milan Kundera.