El aristócrata anglo-irlandés Alexander Moore, único hijo de un matrimonio infeliz, y Jerry Crowe, un campesino acostumbrado a merodear por la finca de la familia Moore, en las afueras de Dublín, no deberían haber sido amigos. Pero las diferencias de clase y educación poco parecen importar a estos dos jóvenes que comparten un profundo amor por los caballos y que tienen toda la vida por delante.
Cuando estalla la guerra en 1914, ambos se alistan en el Ejército británico, aunque por razones muy distintas. Sin embargo, en medio del barro de los campos de Flandes, se descubren una vez más separados cuando Alexander es nombrado oficial y Jerry, soldado raso. Y es en el horror de la batalla, en el infierno de las trincheras del frente, rodeados de caos y de muerte, donde su amistad demostrará ser más fuerte que cualquier experiencia vivida.
Jennifer Johnston explora en esta novela temas recurrentes en su obra, como la amistad, la estratificación social o la convulsa situación poítica de Irlanda a principios del siglo xx, con la catástrofe bélica como telón de fondo.